Un cambio al home office podría dar a 1,92 millones de inquilinos estadounidenses (4,5% de los hogares de inquilinos) la opción de salir de las áreas metropolitanas donde actualmente viven y comprar su primera casa en un lugar más barato.
Huir de una ciudad importante a sus suburbios no siempre es beneficioso.
Casi 2 millones de inquilinos estadounidenses que actualmente no pueden permitirse comprar una casa de nivel básico en su área de residencia, podrían acceder a comprar su primera vivienda si aprovechan los beneficios del home office, trasladándose a un lugar menos costoso.
Analizando los hogares de inquilinos para quienes los pagos mensuales en una primera casa en su ciudad son inaccesibles, resulta que podrían acceder si se ajustaran a los precios de otros lugares. A esas personas se les asignó la probabilidad de poder trabajar desde sus casas en función de los ingresos, la industria en la que se desempeñan y al tipo de trabajo que realizan. Los millennials, de entre 26 y 40 años, representan casi la mitad de los 1,92 millones de hogares de inquilinos que podrían comprar su propia vivienda si se les da la flexibilidad de trabajar desde casa. Son el grupo generacional más grande que se beneficiaría con estas nuevas opciones.
A nivel nacional, la típica primera casa está actualmente valorada en $131,740. Pero casas de este tipo en 37 de las 50 áreas metropolitanas más grandes del país, son mucho más caras que el promedio nacional. La consecuencia directa es que la compra de la primera casa está fuera del alcance de muchas personas, siempre y cuando necesiten estar a una distancia razonable de su lugar de trabajo físico.
Repensar la relación entre el trabajo y el hogar
Cerca de la mitad (43,6%) de los trabajadores estadounidenses están en ocupaciones en las que el Home Office es al menos teóricamente factible, aunque menos de una cuarta parte de estos trabajadores, ejercen el teletrabajo. Pero la pandemia en curso ha sacudido la forma en que los trabajadores y sus empleadores piensan la relación entre el trabajo y el hogar. En los últimos seis meses, muchas empresas han descubierto que su fuerza de trabajo puede funcionar mejor de forma remota de lo que se pensaba originalmente. Si el Home Office se convierte en una alternativa más y las empresas lo permiten siempre que sea posible, esto podría dar a millones de estadounidenses más opciones sobre sus finanzas de casa y hogar.
¿De la ciudad a los suburbios?
Aún así, más allá de las ventajas financieras que puedan experimentarse, muchos inquilinos pueden optar por no mudarse. Simplemente podrían preferir alquilar en una gran ciudad como Cincinnati, en lugar de ser propietarios en una zona rural más tranquila de otro estado. Y aunque en la teoría puede tener sentido alejarse de un área determinada para poder ser propietario de una casa, puede ser muy difícil el desarraigo y alejarse de la familia, amigos e instituciones culturales locales valoradas (equipos deportivos, escuelas, museos, etc.).
En muchos casos, puede ser mucho más probable que los residentes actuales no se alejen mucho de su ciudad, y en su lugar pasen de la ciudad a los suburbios más alejados, pero que les permiten mantener su forma de vida actual.
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